Durante la última década, la economía global ha percibido un crecimiento desmesurado. La emergencia de los países en desarrollo como China y Brasil ha modificado el comercio a nivel mundial y los mercados financieros se han organizado alrededor de la tecnología como principal vía de inversión.
Gracias a ello, las soluciones tecnológicas y los servicios de gestión, dinero online, fintech, y muchos otros, ofrecen un amplio abanico de herramientas y oportunidades para los inversores de nivel medio y los negocios que buscan financiación. Por lo tanto, en sentido estricto, nunca antes han existido mejores condiciones para invertir.
Sin embargo, el estado actual de la globalización también produce mayores riesgos, ya que se obtiene un ecosistema en el que el precio de los productos y el comercio en general se determinan de manera global, en función de distintos factores como el precio de los combustibles, la energía, los alimentos y el capital financiero.
Justamente por ello, las ramificaciones del actual conflicto entre Rusia y Ucrania afecta todos estos factores y repercute en la mayoría de los mercados, tanto por la escasez de los bienes como por el aumento en la demanda que ello produce. En este sentido, si bien las condiciones para invertir nunca han sido mejores, el panorama actual es complejo.
Existen dos grandes factores que deben ser considerados hoy a la hora de invertir: por un lado, la retracción de los mercados financieros y, por el otro, el contexto inflacionario en la Unión Europea. En el primer caso, cae el rendimiento de los activos financieros, mientras que, en el segundo caso, la inflación produce incrementos constantes en los costos de cualquier actividad.
¿Es buen momento para invertir?
Frente a este contexto, lo cierto es que existen muchas más oportunidades y herramientas de financiación para invertir: desde los fondos de inversión y los instrumentos para el ahorro hasta los servicios de financiación y préstamos para empresas, negocios y profesionales que busquen desarrollar su actividad.
Este tipo de recursos resultan muy efectivos frente a un escenario inflacionario en el que el dinero se desvaloriza con el tiempo y las tasas de interés aplicadas a los servicios de financiación resultan accesibles para invertir. Y esto es cierto también para la inversión bursátil: los actuales precios de los activos no representan su valor real evidente a largo plazo, por lo que se puede invertir en ellos a un menor precio.
Sin embargo, si bien todas estas variables advierten que se trata de un gran momento para invertir en el mercado o en nuestra propia actividad mediante financiación, también es cierto que existe una gran inestabilidad a nivel macroeconómico. Esta es la razón de la caída del valor de los activos de bolsa, por lo que los inversores conservadores prefieren no arriesgarse.
Dicha inestabilidad reduce las posibilidades de análisis de mercado y la proyección a corto plazo, por lo que el riesgo resulta mayor para la persona con mucha exposición y gran capital. En este sentido, resulta fundamental asesorarse y disponer de un plan estratégico que considere las posibles amenazas a las que nos enfrentamos y que nos permita orientar nuestros esfuerzos hacia objetivos claros y realistas, en función de las características de nuestra actividad en particular.
¿Cuál es el mejor momento para invertir?
Determinar cuál es el mejor momento para invertir dependerá en gran medida del contexto y los factores mencionados. Sin embargo, por sí solo esto resultará insuficiente para prosperar: debemos considerar las características particulares de nuestro proyecto, nuestras fortalezas y debilidades y, finalmente, de las oportunidades de inversión y financiación disponibles.
Análisis FODA y estudio de mercado
Como nada ocurre en un vacío, resulta fundamental conocer en qué sector y mercado se inscribe la actividad en la que deseamos invertir. Esto incluye las empresas y modelos de negocio utilizados para obtener una rentabilidad, pero también la situación del mercado, las opciones de financiación y cómo se constituye la competencia; en definitiva, es realizar un estudio de mercado que nos permita conocer la actividad de manera integral.
Del mismo modo, debemos conocernos a nosotros mismos, nuestras fortalezas y oportunidades, pero también nuestras debilidades y las amenazas que enfrentamos; en definitiva, un análisis FODA que nos permita establecer si las condiciones actuales son idóneas para invertir o si conviene esperar un poco.
No esperar demasiado
Si bien determinar cuál es el mejor momento para invertir resulta importante, se recomienda no prolongar demasiado la decisión, puesto que las condiciones y la planificación pueden desvalorizarse con el correr del tiempo: cualquier análisis o estudio que realicemos pierde vigencia en frente a un contexto de inestabilidad económica tan pronunciado.
Si bien podemos esperar una oportunidad o resguardarnos frente a una posible amenaza, lo cierto es que nunca estaremos 100 % listos para invertir. Por lo tanto, es necesario considerar las posibilidades de financiación y lanzarse con una propuesta seria apenas las condiciones del mercado lo permitan.
Obtener información actualizada y relacionarse con actores del mismo sector
Frente a cualquier actividad o inversión en la que busquemos involucrarnos, siempre resulta de gran ayuda la experiencia de personas con trayectoria en el sector. Por lo tanto, formar relaciones profesionales y vínculos con agentes que participen en distintas áreas dentro de la misma actividad solo puede mejorar nuestras posibilidades.
Lo mismo puede decirse de la información: en un mundo globalizado en el que las economías regionales se encuentran íntimamente relacionadas, es necesario disponer de información fehaciente y actualizada sobre el mercado. Esto permite tomar decisiones en tiempo real y determinar cuál es el mejor momento para invertir.
Consultar profesionales y especialistas
Finalmente, para establecer el momento ideal para invertir, resulta fundamental consultar a especialistas en la materia. Existe una amplia gama de servicios de asesoría, financiación, gestión e inversión que se dedican exclusivamente prestar su conocimiento a inversores que buscan obtener una idea fehaciente sobre sus oportunidades de éxito.
Por supuesto, determinar cuál profesional resulta más conveniente consultar dependerá de las características y el perfil del inversor. Los beneficios de recurrir a este tipo de asesoramiento superan enormemente el costo de adquirirlos, por lo que, si se tiene la oportunidad, conviene tenerlo en cuenta a la hora de determinar cuál es el mejor momento para invertir.