Estados Unidos, al igual que otros muchos países del mundo,
ha sufrido grandes complicaciones a causa del COVID. La pandemia
detuvo la seguridad de la actividad en muchos sectores, y la
situación que ha llegado después de ella no ha facilitado
precisamente la situación del país. El conflicto bélico desatado
en el este de Europa, las restricciones mercantiles y el crecimiento
de la inflación van a dejar una serie huella en la sociedad y la
economía estadounidense en un año en el que se preveía que habría
una importante mejora.
El gasto se dispara, el dinero
pierde valor y todos los sectores sufren. Las grandes empresas
necesitan ayuda para mantener su negocio a nivel internacional, de
ahí que muchas estén buscando opciones como el seguro de crédito a la exportación de la aseguradora de crédito
Coface o alternativas similares. Sin embargo, el problema no se queda
solo en el mercado laboral, los hogares también van a notar las
consecuencias de estos años tan anómalos a nivel socioeconómico.
Los salarios suben, pero no lo suficiente
Estados Unidos está volviendo a unas
tasas de empleo bastante positivas. Aunque la tendencia de
crecimiento ha frenado en estos últimos meses, ya se mantiene en
unas cifras parecidas a las que había en 2019 y en 2020, antes de
que comenzara la pandemia. Este ritmo que aminora también se ha
hecho notar en los salarios. Siguen subiendo, pero ya no tanto, y su
crecimiento podría no ser suficiente para poder amortiguar las tasas
de interés. El salario medio por hora ha estado creciendo a un
ritmo de casi un punto por trimestre. Con eso no hay riesgo de
que la inflación perjudique tanto como se vaticinaba a los
trabajadores o a las empresas. No obstante, la subida de tasas de
interés en 50 puntos sí ha pasado factura y ha frenado la mejora de
estas subidas salariales.
Afortunadamente, según la
evaluación de Coface, se prevé que la inflación se modere de
cara a finales de año. Los precios de los bienes se podrían
empezar a normalizar en la recta final de 2022, aunque seguirá
teniendo un porcentaje muy por encima de las previsiones de la
Reserva Federal y las complicaciones seguirán presentes.
Esto,
sumado a la reducción del balance de la FED, puede provocar que el
gasto de los hogares y las empresas se frene. A su vez, las empresas
tendrán que invertir más para poder reponer las existencias
agotadas. Eso va a llevar a muchas empresas a buscar ingresos y,
sobre todo, a contar con servicios que les ayuden con la gestión
financiera o en caso de impagos, con la gestión del recobro de deudas. Forma más sencilla de cerrar
ejercicios fiscales de la forma más limpia posible a la vez que
reponen una liquidez perdida por impagos.
A diferencia de territorios como España y Portugal, donde se ha llegado a un acuerdo para poder negociar mejor los precios de la luz gracias a la "excepción ibérica", Estados Unidos seguirá teniendo que presionar su acuerdo nuclear con Irán para poder obtener un suministro más asequible y accesible tras las complicaciones causadas por el conflicto ucraniano. Queda por ver si se logra, pero será un paso necesario para intentar volver a una situación de mayor estabilidad y normalidad.