Claves para mejorar la asertividad en el trabajo

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Para poder relacionarnos bien con los demás es importante que aprendamos a ser más asertivos, es decir, a tener la capacidad de defender nuestros propios derechos e intereses sin ofender a los demás. Además, debemos tener la habilidad de mantener la calma y escuchar a los demás desde el respeto para así poder hacer entender a la otra persona nuestros motivos sin dejar que invada nuestro espacio personal.

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La asertividad y su contexto

En primer lugar, hay que aceptar la asertividad de los demás. De esta forma, es tan necesario saber decir que no como aceptar una negativa por parte de los demás. Para ello, debemos escuchar sus motivos e intentar ponernos en su lugar para entenderlos. Esto no significa que debamos estar de acuerdo y tomar una actitud pasiva, sino más bien aprender a mantener una conversación calmada en la que ambas partes sean capaces de exponer sus ideas y sentimientos sin ofenderse.
Esta habilidad puede ponerse en práctica en cualquier ámbito, contexto, actividad o imprevisto de nuestra vida cotidiana en el que tengamos que disimular o reprimir nuestros impulsos y emociones. Esto les puede suceder a los periodistas de los medios de comunicación en un directo o a los profesionales de póker en los salones de juego cuando saben que han fallado en una mano; también en plena oratoria cuando uno olvida su discurso, o incluso en cualquier situación o evento social cuando no sabemos cómo actuar y debemos ser resolutivos y enfrentarnos, de la forma más correcta, a la propia situación.

Técnicas para mejorar la asertividad

Por otra parte, es muy necesario aprender diferentes técnicas para mejorar la asertividad laboral pero, para ello, es imprescindible cambiar de actitud. Es por esto, que si una persona siempre muestra una actitud pasiva, mediante la cual intenta evitar a toda costa cualquier disputa con los demás, lo más probable es que se termine quemando en su trabajo, ya que su percepción sobre sí mismo será la de alguien con poca autoestima, que se sentirá incomprendido y manipulado por los demás, ya sean jefes o compañeros de trabajo.
Algunas de las técnicas más utilizadas son la del ‘disco rayado’, que consiste en repetir una y otra vez lo que queremos transmitir sin enfadarnos, irritarnos o levantar la voz; ‘el banco de niebla’, mediante la cual damos parte de razón a la otra persona pero manteniendo nuestro punto de vista (esta técnica funciona muy bien para manejar las críticas en discusiones en las que la otra persona está muy alterada) o la ‘asertividad positiva’, con la que expresamos elogio, respeto y valoración por la otra persona.

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