El Premio Nobel de Economía 2025 ha sido otorgado a tres destacados economistas: Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt, quienes fueron reconocidos por sus investigaciones pioneras que explican cómo la innovación tecnológica impulsa el crecimiento económico sostenido a largo plazo.
Joel Mokyr, historiador económico nacido en los Países Bajos y con nacionalidades israelí y estadounidense, recibió la mitad del premio por su trabajo sobre los prerrequisitos que hacen posible el progreso tecnológico continuo. Mokyr ha demostrado que para que las innovaciones se sucedan de manera autogenerada, no basta con saber que algo funciona, sino que es fundamental tener explicaciones científicas claras sobre el porqué. Su investigación resalta además la importancia de que la sociedad esté abierta a nuevas ideas y al cambio, un factor que en la época previa a la Revolución Industrial no siempre se dio, dificultando el desarrollo a partir de nuevos descubrimientos e inventos.
Por otro lado, Philippe Aghion, de origen francés, y Peter Howitt, canadiense, comparten la otra mitad del galardón por el desarrollo de la teoría del crecimiento económico sostenido a través de la destrucción creativa. Esta teoría formaliza y cuantifica el concepto originalmente propuesto por Joseph Schumpeter en 1942, según el cual el capitalismo progresa porque las innovaciones disruptivas hacen desaparecer a las empresas y tecnologías previas, generando un ciclo permanente de renovación y avance. En términos prácticos, cada innovación reemplaza a un avance anterior, generando así un crecimiento sostenido en la economía global. Este modelo matemático ha sido fundamental para comprender cómo el progreso tecnológico mediante innovaciones disruptivas, como la aparición de nuevas tecnologías o productos, puede traducirse en prosperidad económica a largo plazo.
La Real Academia Sueca de Ciencias destacó en su anuncio que los aportes de los tres economistas han sido fundamentales para explicar por qué en los últimos dos siglos la humanidad ha experimentado un crecimiento económico sostenido y sin precedentes, lo cual ha permitido sacar a un gran número de personas de la pobreza y sentar las bases de la prosperidad moderna. Según la academia, su trabajo aporta una comprensión profunda de los procesos que propician un ciclo permanente de invenciones y del papel que juegan las condiciones sociales y de mercado para aprovechar esas innovaciones de forma continua.
El premio, conocido oficialmente como Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en Memoria de Alfred Nobel, representa también un reconocimiento al momento histórico actual, en el que la innovación y la tecnología como en la inteligencia artificial o la robotización tienen un papel clave, aunque también plantean nuevos desafíos para mantener el crecimiento inclusivo y la equidad social. En este sentido, el trabajo de Mokyr, Aghion y Howitt invita a ser conscientes de las amenazas que pueden afectar el crecimiento continuo y a buscar formas de contrarrestarlas.
La ceremonia de entrega tendrá lugar el próximo 10 de diciembre en Estocolmo y el premio está dotado con aproximadamente un millón de euros. Mokyr recibirá la mitad del premio por su enfoque histórico y social, mientras que Aghion y Howitt compartirán la otra mitad por sus aportes teóricos y matemáticos.
Estos tres economistas suceden a los ganadores de 2024, Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson, quienes fueron premiados por estudiar cómo las instituciones impactan en la prosperidad y la desigualdad entre países. El Nobel de 2025 pone el foco en la innovación como motor fundamental del crecimiento sostenido, mostrando las bases científicas detrás del progreso y la prosperidad global.
En resumen, el Premio Nobel de Economía 2025 reconoce las contribuciones complementarias de Mokyr, Aghion y Howitt para entender la innovación desde diferentes perspectivas: histórica, social y matemática. Su trabajo destaca que la combinación de avances tecnológicos y un entorno social abierto al cambio es esencial para construir economías que crezcan de manera continua y sostenible.
Este galardón pone en evidencia la importancia de la innovación no solo como motor del desarrollo económico, sino también como una fuerza que ha cambiado radicalmente la vida de millones de personas en las últimas dos centurias. El desafío ahora es aplicar estos conocimientos para fomentar un crecimiento que sea inclusivo y justo para las futuras generaciones.
Ideas para ti: Si te interesa el impacto de la innovación en la economía, este premio Nobel ofrece un marco valioso para entender cómo la tecnología y las políticas públicas pueden combinarse para fomentar un crecimiento estable y próspero, un tema central también para el desarrollo económico y financiero que aquí en Barcelona y Europa enfrenta retos de competitividad e inversión tecnológica.
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