El Gobierno ha dado marcha atrás a la anunciada ayuda de 350 euros que iba a conceder a determinados parados sin ingresos que hicieran formación y ha consensuado con los sindicatos una nueva ayuda, que rondará los 400 euros mensuales, para todos aquellos desempleados que hayan agotado prestaciones y subsidios y cuyas rentas no superen el 75% del Indicador Público de Rentas con Efectos Múltiples (Iprem).
Y ¿por qué en lugar de dar dinero a cambio de no recibir nada por contraprestación, esos 400 euros se los dan a un trabajador que desempeñe una labor que no compita con las de asalariados de empresas privadas, como puede ser el cuidado de jardines, limpieza de graffittis, renovando las caras de las ciudades y contribuyendo doblemente a salir de la crisis?
Porque seguramente, los políticos ni lo hayan pensado, la verdad hay que tener pocas luces...
"Se trata de un derecho subjetivo, que no se configura por apuntarse a un curso de formación, sino por no tener ingresos suficientes y haber agotado prestaciones", ha subrayado Ferrer.
En la práctica, esta nueva ayuda, consensuada en el marco de la negociación social, nos hace hechar un vistazo atrás y recordar los famosos 426 euros.
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