El envejecimiento de la población y la estructura demográfica de pirámide invertida, en la que los nacimientos escasean y el número de mayores de 65 años abunda, van a tener importantes consecuencias sobre la economÃa global en un futuro muy cercano (los próximos 10 años).
Resulta difÃcil admitir el gráfico en que productividad y edad siguen una relación inversamente proporcional. Pero es la cruda realidad.
Cuando comenzamos en el mercado de trabajo, somos todo energÃa, aire fresco, proactividad y liderazgo. Con el paso del tiempo, las productividad se reduce (y los ingresos por lo general también), hasta que llega el momento de la jubilación.
Menor población en edad de trabajar
El problema lo encontramos en datos como el siguiente: ¿sabÃa que en Japón se ha reducido la población en edad de trabajar en un 11,1% en los últimos 20 años?.
La EconomÃa que viene se define por menor población en edad de trabajar en los paÃses más desarrollados, menor demanda y menor output potencial.
Aunque puede que siga habiendo crecimiento positivo de la población, a un ritmo lento, será insuficiente.
Mayor número de jubilados
Habrá más jubilados por número de trabajador que ahora y muchos de los que se encuentren trabajando tendrán una considerable edad.
La nueva fuerza de trabajo debe jugar un rol importante, ser productivos e incentivar a sus compañeros más veteranos a que se esfuercen al máximo.
Las economÃas endeudadas al lÃmite, tendrán que hacer frente a sistemas sanitarios más costosos (habrá una mayor demanda de asistencia sanitaria, al aumentar la edad media de la población).
Sin duda, la economÃa que viene, será un auténtico reto.
Sin duda, la economÃa que viene, será un auténtico reto.
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