El hasta ahora primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha presentado su dimisión en el parlamento heleno y ha anunciado la convocatoria de elecciones.
Tsipras, ha admitido no haber cumplido con su plan polÃtico al afirmar: "Hemos hecho lo que hemos podido".
Luchó contra la austeridad y la austeridad ganó
A pesar de las declaraciones del ex primer ministro griego: "Negociamos de una manera muy dura, dimos la batalla. Sé que no logramos todo lo que habÃamos prometido pero salvamos el paÃs. Hemos enviado un mensaje a Europa: tenemos que acabar con la austeridad"
El mensaje no ha sido escuchado en Europa, de hecho, las polÃticas de austeridad han salido consolidadas al verse implantadas incluso por un gobierno que partÃa de la izquierda más radical.
Hoy mismo, Grecia ha pagado 3.400 millones de euros al BCE, tras recibir el primer desembolso del tercer rescate.
Disciplina vs populismo
Las promesas con intereses electoralistas acaban teniendo mayores costes que beneficios, Syriza es el ejemplo más tangible.
Ante los obstáculos y las dificultades económicas que atraviesa la zona euro, la disciplina y la unidad son factores determinantes a la hora de superar la crisis del bloque.
Tsipras hizo hablar al pueblo griego, tras escuchar su veredicto, hizo oÃdos sordos y aplicó las polÃticas recomendadas por la UE.
La UE no debe ser vista como una competición, si no como un club, en el que el malestar o bienestar de cada miembro, se refleja en los resultados del resto del equipo.
Tan sólo 8 meses ha durado el gobierno de Tsipras. Desde España, debemos aprender y no caer en el mismo error que Grecia, desmarcarse de la austeridad, se paga caro dentro de la UE. (A pesar de que la austeridad no es la solución, tampoco lo son las polÃticas basadas en el despilfarro).
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