Una de cada tres empresas españolas en concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) durante los primeros seis meses del año tenían como actividad principal la construcción y la promoción inmobiliaria.
La burbuja inmobiliaria y la crisis del ladrillo siguen presentes.
La solución: reducir el número de empresas del sector - consecuencia, incremento del desempleo de personal por lo general poco cualificado.
Según los últimos datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y cotejados por El Economist, un total de 3.574 empresas y particulares se declararon en concurso de acreedores, un 11 % más que en el mismo periodo de 2010.
EL ORIGEN DEL BRUSCO INCREMENTO DE LOS CONCURSOS DE ACREEDORES:
Las hipotecas subprime de alto riesgo estadounidenses.
No hay comentarios